Pasa la vida y os sigo echando de menos. Ya son más de cuatro meses y medio en este desierto y menos de seis los que me separan de la patria, la libertad y mi amada gente.
En este tiempo de silencio, me he permitido las experiencias únicas de viajar a Jordania y a Bahrein.
En Jordania vivimos todo tipo de aventuras y desventuras. Pasando por Ammán, el Monte Nebo donde Moisés vio la Tierra Prometida (vaya chasco de promesa), el Mar Muerto y el Spa del Moevenpick, diversos poblados de camino a Petra e incluso una visita de hora y media al desierto gracias a las ganas de mear de Alejandro que nos permitieron conocer al ejército jordano y sus métodos de arrastre de todo terrenos de guiris hundidos en las dunas hasta profundidades en las que se han encontrado petróleo en otros países de la región. No hay palabras para describir el cachondeo que es ahora y lo mal que lo pasamos esa noche, subiendo el Anlgliru jordano de camino a Petra pensando que se nos comían los perros salvajes. Dina: gracias por todo!!
En Bahrein... ufff... ¿qué decir de Bahrein? Lo primero de todo es darle las gracias a Yazid y Turki por preparar un viaje inolvidable y tratarnos como a sus hermanos. A Abduallah por hacer que me partiese el pecho de la risa, a Abdul Wahab por una cuenta interminable de San Miguel en el Gulf y a Yazid (2) por marcar un hito en la historia de la competencia desleal (nosotros nos entendemos). Eso es joderse a la competencia y lo demás son tonterías. Y no pueden faltar los agradecimientos al gran Jose por ser capaz de lidiar con las autoridades fronterizas y traernos a ese cacho de carne que dormitaba en el asiento de atrás y a un servidor de vuelta a Riad. Ese día en la playa no se olvidará así como así: croquetas humanas, besos, abrazos, cervezas derramadas y risas mil no recuerdo muy bien a cuenta de qué (o de quién).
Desde aquí también quiero mandar una manada de abrazos a Destructor, que siempre estuvo presente en alma y a quien tanto debemos en este país.
La cantidad de historias, anécdotas, batallas y acontecimientos varios que me llevaré de vuelta a casa podrían llenar libros enteros. Espero que seáis pacientes cuando os enganche por banda y os las quiera contar todas el mismo día (aunque quien me conoce sabe que pueden pasar meses hasta que eso pase). Reflexión amigos, siempre reflexión, después de eso, expulsión.
En este tiempo de silencio, me he permitido las experiencias únicas de viajar a Jordania y a Bahrein.
En Jordania vivimos todo tipo de aventuras y desventuras. Pasando por Ammán, el Monte Nebo donde Moisés vio la Tierra Prometida (vaya chasco de promesa), el Mar Muerto y el Spa del Moevenpick, diversos poblados de camino a Petra e incluso una visita de hora y media al desierto gracias a las ganas de mear de Alejandro que nos permitieron conocer al ejército jordano y sus métodos de arrastre de todo terrenos de guiris hundidos en las dunas hasta profundidades en las que se han encontrado petróleo en otros países de la región. No hay palabras para describir el cachondeo que es ahora y lo mal que lo pasamos esa noche, subiendo el Anlgliru jordano de camino a Petra pensando que se nos comían los perros salvajes. Dina: gracias por todo!!
En Bahrein... ufff... ¿qué decir de Bahrein? Lo primero de todo es darle las gracias a Yazid y Turki por preparar un viaje inolvidable y tratarnos como a sus hermanos. A Abduallah por hacer que me partiese el pecho de la risa, a Abdul Wahab por una cuenta interminable de San Miguel en el Gulf y a Yazid (2) por marcar un hito en la historia de la competencia desleal (nosotros nos entendemos). Eso es joderse a la competencia y lo demás son tonterías. Y no pueden faltar los agradecimientos al gran Jose por ser capaz de lidiar con las autoridades fronterizas y traernos a ese cacho de carne que dormitaba en el asiento de atrás y a un servidor de vuelta a Riad. Ese día en la playa no se olvidará así como así: croquetas humanas, besos, abrazos, cervezas derramadas y risas mil no recuerdo muy bien a cuenta de qué (o de quién).
Desde aquí también quiero mandar una manada de abrazos a Destructor, que siempre estuvo presente en alma y a quien tanto debemos en este país.
La cantidad de historias, anécdotas, batallas y acontecimientos varios que me llevaré de vuelta a casa podrían llenar libros enteros. Espero que seáis pacientes cuando os enganche por banda y os las quiera contar todas el mismo día (aunque quien me conoce sabe que pueden pasar meses hasta que eso pase). Reflexión amigos, siempre reflexión, después de eso, expulsión.
2 comentarios:
GRACIAS AMIGO, VOLVERÉ EN BREVE!!!
hombre, es que Bahrein no entra en un par de post, hay que hacer una enciclopedia entera!!!!
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