martes, 26 de febrero de 2008

Vuelvo después de un mes, y lo digo....


Todos......... (no, todos no) muchos........ (mhhhh, tampoco)........... Algunos (eso, eso queda mejor) os preguntáis por qué no actualizo el blog. Otros directamente me increpáis por ello ya sea en persona o por medio de los siempre fríos pero efectivos ceros y unos. La razón no es otra que el hecho de que soy un vago, que el último mes lo he pasado algo crispado por el país (como se pudo comprobar en la anterior entrada) y que la conexión no es que ayude demasiado. Además el furor deportivo que hemos pasado por aquí ha hecho que parase menos por casa que Chimo Bayo en carnavales.

Momento levantamiento de pesas


Dicho esto, y espero que excusado por la larga espera a la que os he sometido. Vuelvo a la actividad.

En este mes, ha pasado un poquito de todo. Comienzo el resumen hoy, aunque durará unos cuantos días. Paso a hacer un resumen que no hará justicia a todas las risas que me he podido echar ni a todos los juramentos que habré expulsado mientras correteaba por estas tierras infieles.

Así, "to tirao" llevo yo todo el mes

A principios de mes estuve en la ciudad de Yeddah, en la costa del Mar Rojo. Conste que no es Rojo y que dudo mucho que un tío con mucha barba y una vara acompañado por una tropa de tunantes cruzase por el medio, por muchas sustancias ilegales que consumiese. Vamos, que ni yendo muy rápido para intentar cruzar "haciendo ranas".

La ciudad se puede decir que es, en casi todo, más que Riyadh. Es más sucia, más rara, más atorrante, más llena de extrañas formas de vida, más abierta, más húmeda y más desordenada. En otros aspectos es mucho menos: menos poblada, menos estricta, y menos bonita en lo que a instalaciones aeroportuarias se refiere.

El aeropuerto es una jodida ponzoña. Todos medio tirados por la sala de espera y los baños como una cuadra. Anuncian los vuelos por medio de un altavoz pufero que, en perfecto árabe y lamentable inglés , intenta poner un poco de orden en los 400 m2 más caóticos que yo haya visto en mi vida: ¡¡¡¡¡¡esa sala de espera!!!!!! Diossssssssssss, los niños corriendo por entre las maletas, todos oliendo a cerrado, los pezuños encima de las sillas, comiendo con las manazas y, alguno, incluso aseándose sin ningún pudor. Además gracias a los simpáticos de NAS, pude disfrutar de tan grato panorama durante dos horas más de lo esperado, eso sí, después de un plato de comida asquerosamente precocinada para paliar la espera.


Un ratón y Thom Yorke en la sala de espera del aeropuerto de Yeddah

Una mención aparte merece el tema de los peregrinos. Cuán descomunal pudo ser mi sorpresa, cuando con tremenda perplejidad veo subir al avión en Riad cuatro personajillos cuya única vestimenta era una toalla blanca enrrollada al cuerpo rollo toga romana. Por Dios, que se les veían las barrigotas coño!!! Luego que se mueren 30 o 40 cada año aplastados. Pues normal joder. ¿¿¿Cómo cojones no vas a morir si en un momento dado tienes que echar a correr envuelto en una toalla de ducha (con sus flecos y todo) y calzado con unas chancletas de cuero blanco, entre una multitud espoleada y enfurecida por el fervor religioso que provoca darle vueltas a una piedra gigante y más negra que los cojones de un grillo?????? Más te tenía que pasar, que morirte me parece poco escarmiento. Ponte un algo hombre, que se te ve "tol" campanario!!!

Esta cara se me quedó al ver a los toalleros

En fin. Al final, correteando de mall en mall para cumplir con las tareas que me habían asignado pude disfrutar un poquito de una ciudad que seguro me verá más veces, pero esta vez acompañado de esos grandes amigos y compañeros (ya casi hermanos) que son el mejicano, el granadino, el gran pucelano, el bilbaíno y todo aquel que se crea digno de tan insigne compañía.

Mañana más y mejor!!! Puede que mañana os hable del mercado de coches de Shifa, o de nuestro nueva adquisición: el rayo gris (o grey ray como lo ha bautizado el autoestopista). O quizá de ese gran hombre sin el cual viviríamos más crispados aún: el botellero. O de mi fugaz y delicioso viaje a España (la vuelta es cosa aparte). Y si se tercia, un adelanto de "el incidente con una puerta y una libanesa" o recomendaciones musicales como los grandísimos NOCTE o los emergentes Vetusta Morla.